Los Ángeles.-El expresidente Donald Trump se defendió este domingo de las acusaciones hechas por su contrincante, la vicepresidenta Kamala Harris, de que “no hizo nada” para arreglar el sistema migratorio en un discurso en Pensilvania, donde reconoció que la demócrata lo hizo «enojar» e intensificó sus ataques personales contra ella.
Ante un grupo de simpatizantes en la ciudad de Erie, en el noroeste de Pensilvania, el republicano nuevamente usó la inmigración como su caballo de batalla para desacreditar a la candidata demócrata, que ha logrado rebasarlo en las encuestas, aunque por muy pocos puntos.
Trump aseguró que Harris era responsable de una “invasión” en la frontera sur de EE.UU. y que “debería ser destituida y procesada por sus acciones”.
Además usó el discurso para responder a la vicepresidenta, que el viernes pasado desde la fronteriza Douglas (Arizona) lo acusó de tener un liderazgo fracasado. «En los cuatro años que Donald Trump fue presidente, no hizo nada para arreglar nuestro sistema de inmigración roto”, subrayó la demócrata.
Las acusaciones lograron impactar a Trump que hoy reconoció que esa era “una de las razones” por las que estaba enojado este sábado.
“Ella (Harris) hizo un discurso como que va a arreglar la frontera. ¿Viste ese discurso loco?”, recalcó el republicano, que compartió una gráfica en las pantallas para destacar cómo la inmigración indocumentada se había reducido en su gobierno. “Lo arreglamos cien por ciento… Y luego ellos (los demócratas) llegaron, tomaron el control y la destruyeron rápidamente”, afirmó.
La gráfica no incluía el desplome de detenciones de inmigrantes irregulares en la frontera sur de EE.UU. registrado en los últimos tres meses a niveles del 2019, después que el Gobierno del presidente Joe Biden implantó una orden ejecutiva que restringe el asilo.
Trump también respondió a las acusaciones de no haber logrado “un consenso con los países del hemisferio” para lidiar con el tema migratorio, citando que México había accedido a mantener a los solicitantes de asilo en su territorio cuando se implantó el programa “Permanecer en México” (MPP).
“Le dije al presidente de México… si no lo hacen, les aplicaremos un arancel del 150% a sus autos y eso será el fin de todo”, se vanaglorió el republicano en medio de aplausos de la multitud.
En su diatriba contra los inmigrantes por tercer día consecutivo el republicano presentó una serie de datos sacados de contexto sobre indocumentados con un historial delictivo y bajo supervisión del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).
Trump hizo eco de una información entregada por ICE en la que afirma que había 662.566 «no ciudadanos con historiales penales» en su base de datos. El Departamento de Seguridad Interna (DHS) aclaró que la cifra incluía los “datos se remontan a décadas; incluyen a individuos que entraron en el país en los últimos 40 años o más”.
Nuevamente, el republicano avivó sus ataques contra los recién llegados a pequeñas ciudades al mencionar el cambio que supuestamente ha sufrido la ciudad de Charleroi (Pensilvania), donde se han asentado inmigrantes haitianos.
También echó mano del caso del mexicano indocumentado Luis Bracamonte, condenado a la pena de muerte por el asesinato de dos policías en California en 2014.
La campaña usó las imágenes del juicio del 2018 donde el hombre amenazó con matar a sus abogados defensores y al juez para acusar a los demócratas de ser «cómplices» de los asesinatos de agentes del orden por parte de indocumentados.
A poco más de un mes de las elecciones, el expresidente ha intensificado los ataques contra Harris, que también ha elevado el tono de su discurso pero sin entrar en el terreno personal y ofensivo.
Trump volverá a Pensilvania el próximo 5 de octubre, el estado se ha convertido en uno de los siete estados claves más disputados en la actual campaña.